Apocalipsis zombi
niños largos y fríos que conminan la existencia
la risa y la seguridad del que acompaña el caballo con la mano
ya nadie queda caballos salvajes, dijimos
Tuvimos miedo pero el miedo escapó
la atmósfera tenía agujeros y el miedo subió
corrió delante de nosotros iluminando el camino
los agujeros estaban ahí invisibles pero ahí seguían
De vez en cuando tropezamos Esto también está arriba
decimos y seguíamos caminando hacia el espacio exterior
ya desahuciados en el miedo invisibles nosotros también
el espacio exterior con las manos expectantes
sin sonido que aplaudir