martes, 14 de enero de 2014

El mundo tenía miedo del mundo

aún

Querido tiempo

Querido tiempo,
he visto que has pasado por aquí. Me dí cuenta.
Te dije adiós
 sin darme cuenta. Qué gracia.

Aún sigues por aquí, te he visto pasar.
Cualquiera diría que no me fui nunca.
¿Sobre donde pasaste?
Has sido tú tu suelo.

Yo también quisiera cubrirme con carne de mi propio cadáver.
Pero de muerte, tú no sabes, y yo tampoco.
Aunque  no he encontrado el momento,
empiezo a encontrar las paredes,
como diría un profesor mío,
poniendo compuertas al absoluto;
y que suelo,
y que cielo, Dios mío,
que ganas de estar,
díganme, ocupe este sitio,
mi Dios, alzada en mí
me erguiré
y representaré
segura de mi misma
¡que no quepa duda!

cuando el tiempo me llame
allanaré mi hueco en los brozales de la muerte

y qué tiempo, querido