domingo, 17 de enero de 2016



Colinas dulces azules largas
reposan en la quietud de nuestros sueños
Un sol caliente amarillo puesto relaja
el paisaje de la memoria
donde largos chiquillos fríos interpuestos
juegan en amarillo azules pastos vacíos

Ropa tendida en lo alto  de los rascacielos
ondean el cielo sucio gris de la ciudad insomne

Paseen y vean el crujido de las osamentas ventanas
que al atardecer, en crueles ojos, proyectan el incendio