sábado, 6 de febrero de 2016

Los autorretratos cayendo girando
hacia la pantalla los hombres corriendo hacia la ortopedia
hacia la digna posición sentados mirando la pantalla
sin mirar  por fin tranquilos
cambiando imágenes  haciendo imágenes ellos
por fin tranquilos penetrando y siendo penetrados
pulsando de gozo una y otra vez






porque la mirada sueña y los dedos y los deseos edifican para apartar
el suicidio al principio y el final del día
y el espejo se viste de carne
lugar para el deseo y los dedos que encenderán ritos
que apartarán el suicidio al principio y el final del día
Dedos cristalinos que se encienden y pantallas pensamientos cristalinos cruzan hablan del futuro
se encienden mandan señales de amor dignas de cruces que marcarán el lugar  de la descendencia casa sofá
apartan al suicidio y los dedos se mueven en busca de cruces
en las miradas fijas buscan la señal
el húmedo refugio del amor donde la cabeza se esconde
y acariciamos o somos acariciados en la oscuridad
donde tal vez nuestros cuerpos sean o no  y no haya espacio  para ver el suicidio
pobres caminantes entre pasarelas mecánicas pitidos intermitencias que nuestros oídos encantan
porque encantados ojalá sea ese el mensaje y llegué por fin a través de los días la señal  llamada refugio
porque hemos hablado de virtud pero los días son grises y nunca llegan las minúsculas alegrías que nos alientan hambrientos hacia seguir hacia delante mientras suenan las escaleras mecánicas del progreso y nuestros pies caminan benditos por tener suelo donde ocuparse  derechitos casi tocándose sin mirar el suicidio