miércoles, 2 de diciembre de 2015

Apocalipsis zombi
niños largos y fríos que conminan la existencia
la risa y la seguridad del que acompaña el caballo con la mano
ya nadie queda caballos salvajes, dijimos
Tuvimos miedo pero el miedo escapó
la atmósfera tenía agujeros y el miedo subió
corrió delante de nosotros iluminando el camino
los agujeros estaban ahí invisibles pero ahí seguían
De vez en cuando tropezamos  Esto también está arriba
decimos y seguíamos caminando hacia el espacio exterior
ya desahuciados en el miedo invisibles nosotros también
el espacio exterior con las manos expectantes
sin sonido que aplaudir
Fallecer
donde los huecos nos piden que los rellenes

Abrir la pantalla al sonido del móvil

El tacto teclea

Los impulsos nerviosos a mostrar

Una foto del mar es un baño maravilloso


Tacto en la pantalla

sé suave con ella
mostrará el camino
hacia todas las ubicaciones

Tiempo estrecho y alargado
como la obsolescente bateria
para el pánico camino












































Cuando uno rompe el movimiento
Cuando dos están, ambos portátiles encendidos,
dos móviles, dos pantallas que recorren distintos sitios,
Cuando el recuerdo de la compañía se reduce a Facebook
y sus efemérides comerciales
La rutina recula como una amanenaza